Andrea, de 8 años, llegó a MIT Dental muy nerviosa y acomplejada; el motivo es que ella vino a la clínica en mayo, y llevaba con los incisivos fracturados desde noviembre.
Uno de los incisivos estaba necrótico y tras realizar el tratamiento pulpar, se procedió a realizar las reconstrucciones estéticas.
El resultado fue espectacular, y Andrea luce ahora su preciosa sonrisa, y acude a sus revisiones mucho más relajada.