Cuando trabajamos bajo los conceptos de la Mínima Intervención el diagnóstico no solo se puede centrar en las lesiones presentes, sino que debemos investigar las causas que han provocado estas lesiones para evitar que vuelvan aparecer y conseguir que nuestros pacientes estén estables durante mucho tiempo. Por eso, nuestra primera visita no solo incluye exploración clínica y radiológica, sino que realizamos una batería de pruebas que nos aporta mucha información para mejorar el pronóstico de nuestros tratamientos.