Limpieza dental: No solo es una cuestión estética

En ocasiones nos encontramos con casos de pacientes que creen que acudir al dentista para una limpieza dental, es algo meramente estético y sin importancia alguna. Sin embargo, acudir a consulta para una tartrecomía, más conocida como profilaxis dental o limpieza dental, va mucho más allá de lucir una sonrisa perfecta. 

A través de esta mínima intervención logramos innumerables ventajas como la eliminación de sarro, así como otras impurezas acumuladas. El objetivo principal no es otro que asegurar nuestra salud dental y la prevención de futuras enfermedades periodontales

Entre algunas de estas posibles enfermedades que se pueden prevenir con la limpieza dental, os presentamos algunas de mayor importancia: 

  • Eficaz ante el mal aliento: En la realización de una limpieza dental se reduce el número de bacterias depositadas en la parte posterior de la lengua y la bolsa periodontalEl mal aliento o halitosis es un problema mucho más frecuente de lo que se cree, pero tratable gracias a este tratamiento. 
  • Alerta ante posibles problemas cardiovasculares: A través de una limpieza dental profesional, podemos advertir si existen posibles problemas cardíacos y en otros órganos principales. Estudios de contrastado reconocimiento, demuestran  que sí se hace una limpieza dental disminuye en un 24% el riesgo de padecer un infarto y en un 13% los accidentes cerebrovasculares.
  • Infalibles en la detección de enfermedades latentes
    En relación al punto anterior, gracias a la limpieza dental los odontólogos pueden detectar diversas enfermedades enfermedades como por ejemplo la diabetes. Además, a través de un examen dental el dentista puede observar si hay indicios de una mala nutrición e higiene.
  • Previene la utilización de futuros tratamientos
    Tener una dentadura sana evita el riesgo de padecer enfermedades derivadas de una mala higiene bucal y, por lo tanto, de tener que someterse a intervenciones costosas en un futuro.
  • Tratamiento de mínima intervención
    Al contrario de lo que se cree, la limpieza dental profesional es indolora, ya que no causa molestias mayores que una posible sensibilidad dental durante el tratamiento y no daña el esmalte. A cambio, mantiene a raya las bacterias.

Y la lista continúa. Así que ya ves, sacar un ‘hueco’ en la rutina diaria para acudir al dentista al menos una o dos veces al año para someterse a una limpieza dental a fondo es una necesidad no sólo una cuestión estética.  

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