24 May ¿Sensibilidad dental? Ojo, puede que estés sufriendo recesión gingival
Muchos pacientes ni se imaginan que pueden estar sufriendo una enfermedad dental o que la salud de sus bocas no es tan buena como ellos piensan. A veces acuden a la clínica porque sienten dolor o sensibilidad en tus dientes; y puede que solo se trate de una pequeña sensibilidad al consumir alimentos muy fríos o calientes, pero también puede que sufran lo que en odontología se denomina Recesión Gingival.
¿Qué es la recesión gingival?
Este problema de recesión gingival, o retracción de encías es un proceso por el que la encía se retrae dejando al descubierto parte de la pieza dental que antes estaba oculta bajo la encía. Las causas de esta pérdida aparente de tejido gingival pueden ser varias: genética, mala higiene dental, o una enfermedad periodontal. De la cual te hablaremos a continuación:
Esta patología es la causa de que muchos de nuestros pacientes acudan a consulta y se trata de un problema que tarda mucho en desarrollarse. Es un proceso lento, por ello, es fundamental que el paciente vigile la evolución, para entrar en contacto cuanto antes con la causa y conseguir frenar su desarrollo cuanto antes. La recesión se puede dar en personas de cualquier edad, y en gran medida, se da en casos de personas con una buena higiene dental o oral. Por lo que no debes preguntarte si estás haciendo algo mal; lo más probable es que la causa se deba a otros factores como la genética, el bruxismo, enfermedades periodontales y otros hábitos.
Síntomas de la recesión gingival
Uno de los síntomas más frecuentes con los que empezamos este artículo es, la sensibilidad dental. Las personas que padecen recesión gingival padecen gran sensibilidad, haciendo que resulte casi imposible ingerir o beber alimentos muy fríos o especialmente calientes. Muchos pacientes terminan dejando de sonreír por el efecto que causa la recesión, por el efecto de dientes alargados -como también se le denomina- que termina por aparecer.
¿Qué causa la recesión de encías?
- Un mal uso del cepillo de dientes y un cepillo de cerdas duras (incompatible con la sensibilidad dental).
- Acumulación de sarro.
- Piezas dentales descolocadas y apiñamiento.
- Genética.
- Tratamientos de ortodoncia previos.
¿Qué debo hacer para reducir la recesión?
- Realizar una higiene dental diaria con un cepillo suave y realizando movimientos suaves, de dentro a afuera.
- Usar dentífricos poco abrasivos.
- Utilizar de forma adecuada el hilo dental (poca fuerza y presión lateral del hilo contra las superficies de los dientes)
- En caso de bruxismo, será necesario iniciar un tratamiento para reducir el estrés oclusal con férulas de descarga.
- Podemos consultar con el dentista algunos de los últimos tratamientos para frenar la recesión gingival.
Es imprescindible acudir al odontólogo ante los primeros indicios; ya que la encía no crece de nuevo. La prevención es fundamental. Lo ideal en todo caso, será reconstruir el tejido.
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